miércoles, 11 de marzo de 2009

Amor de juguetes


A sus siete años comenzó, me encontró
a mí se acercó, y suavemente me besó
intenté esquivar, el momento aún no debió llegar
solo el suelo podía observar, mi corazón no dejaba de palpitar.

Sus manos quería tocar, sentirlo, como aquel sueño
decir cuanto lo amo, y lo mucho que lo extraño
¿juguemos? Sonreír contigo quiero
juguemos sin parar, todo el día contigo quiero estar.

El tren nos espera, al universo vamos, tomaré tu mano
no la sueltes por favor, alejarme de ti no quiero
saltando estas, ahora dibujemos un corazón
uno muy grande, que demuestre todo este amor.

La mitad de color negro y la otra mitad color púrpura
colores que nos gustan, pintemos creándonos
al rincón espacial nos escapamos, recitemos juntos
en aquel rincón recitamos poemas de amor, nuestro amor.

Abrazarte quiero, miedo tengo...
Soledad es lo que pienso, refugiarme en tu espalda es lo que anhelo
acercándome de ha poco, mis ojos hacia ti no van
mi cuerpo te busca, mis manos alcanzarte.

Una banca, luminosidad en zapatos, rostros perdidos
miradas sin rumbo, lagrimas derramadas, dulces te amo
toco tu chaqueta con mi dedo, ¡a la pinta jugaremos!
tú la llevas, corriendo me alejo de tí, sonriendo muy feliz.

Detrás de mí, tomas mi cintura con tus guantes blancos
me acercas hacía ti y susurras, por fin te he atrapado
con la magia el corazón he recortado, en tu bolsillo ha quedado
nuestros labios se han juntado, un beso eterno que siempre será recordado.

El sabor esperado llegó y no se irá nunca jamás
beso único, ningún olvido, se detuvo el tiempo
miedo con el olvido, amor es y será, siempre
conectados estaremos, eternamente. Escrito está.


La señorita y la niña.

lunes, 2 de marzo de 2009

Botones

Llegó, llegó, llegó, llegó y me encontró.
● Hola… (Visión desde abajo).
▲ …
● ¿Te quieres sentar?
▲ (Cansancio inquietante con el gesto del sí).
● ¿Y cómo estás? (Voz seductora).
▲ Mal.
● ¿Por qué?
▲ Depende, todo es relativo. M… Creo que un actor me gusta.
● ¡No me cambies el dialogo!
▲ Sus actuaciones son muy buenas, películas tengo del año 1893.
● ¡Ya basta!
▲ ¿De qué?
● De nada… (Tomó un cojín y lo puso en sus piernas).
▲ (Sonrisa irónica con ganas de jugar).
● ¿Quieres fumar? (Sonrisa irónica con ganas de…).
▲ (Gesto de sí).
Saltó, saltó, saltó, saltó, un baile formó.
▲ (Indicando el símbolo de M&M, sus hombros de levantan con la pregunta).
● La eme azul es el niño que está allá con anteojos.
▲ Ah… ¿Y yo soy?...
● Tú eres la te.
▲ ¿Por qué la te? No me gusta.
● ¡Viste! Tú nunca escuchas lo que expreso.
▲ (Observación de recuerdos). Son como los chocolates ¡M&M!
● Así es, hasta le regalé uno cuando lo fui a ver.
Jugó, jugó, jugó, jugó y una ronda formó.
■ ¡Hola! (Perfecta sonrisa).



Gemelo, formaste un ABC.

lunes, 27 de octubre de 2008

Madera y Trapo

Otra vez te imaginé en mi sala de clases, yo observaba a mis guaguas, mientras tú me contemplabas… Parado en una esquina estabas, con un sombrero negro y una rosa en tu mano, se marchitó y cayó al suelo, me levanté a recogerla, te agachaste conmigo, tomaste mi rostro, me miraste fíjamente, y… Desapareciste. No podía creerlo, primer encuentro contigo, lloré. Hice dormir a un niño y volví a sentarme, el rincón estaba vacío, con sus respectivos materiales, accesorios y abajo la rosa marchita; continué escribiendo, el horizonte de mi ventaba cantaba poesía, trabajo de aseo en un delantal celeste, mamaderas, confort y literatura en la mesa pequeña, juguetes desordenados, actividades sin niños, soledad hermosa, ojos tristes observando el cuaderno elegido de Agustina, un secreto sideral. Refugiada en seis cuadrados, cerré mi mente, sintiendo tu mano en mi corazón, apoyaste tu rostro en mi hombro, mi respiración era rápida, cerraste mis labios con un beso; corrí a buscar esa rosa marchita, te sentaste en mi silla, cruzaste tus piernas, manos extendidas, mi tristeza hacia abajo, guardé la rosa en mis senos, te ibas y te seguí… No me buscaste, te encontré, deseando jamás irme de tu lado, me abrasé a tu espalda, cayeron tus lágrimas, las sequé con aquella carta rota; “Estoy aquí, solo para ti”. Me expresaste un silencio, soltaste mis brazos, olvidaste quien eres, olvidaste el “no soy nadie”, olvidaste la penumbra por mí, olvidaste esconderte, olvidaste los momentos del ¿por qué?, olvidaste imaginar, olvidaste recitar el amor; tomaste mi cintura, tu rostro frente del mío, mis manos en tu cuello expresándome: Te amo... Me besaste apasionadamente con el sentimiento más perfecto que existe en el universo, me tomaste más cerca, porque comenzamos a flotar, la verdadera poesía por fin salió a la luz. Dibujé a un niño y a una niña que se encontraron en un columpio azul, Títere, ahí estamos tú y yo...


Un niño y una niña perdidos.